Familia Y Fútbol Son La Motivación De Rafa Castillo

Por San Antonio Scorpions

Rafael Castillo nació en Pereira, Colombia, proveniente de una familia trabajadora y humilde, con muchos sueños e ilusiones. Como muchos niños, Castillo empezó a jugar fútbol con sus amigos desde pequeño.

“En nuestros países para nosotros el fútbol empieza desde que tenemos la posibilidad de coger un balón e ir a jugar con nuestros amigos del barrio,” dijo Castillo. “[Yo empecé] a muy corta edad, desde los 8 años.”

Castillo empezó a jugar competitivamente a los 14 años. En el colegio tuvo una carrera deportiva muy buena, lo cual llamó la atención del Deportivo Pereira, el equipo profesional de su ciudad.

“Cuando salí del colegio, salí directamente para el equipo profesional,” dijo Castillo. “El equipo de mi ciudad decidió contratarme y yo tuve la posibilidad de debutar a los 17 años.”

Después de seis años con el Deportivo Pereira, Castillo firmó con el Atlético Nacional de Medellín en el 2002. Fue entonces que el talento del jugador llamó la atención de la selección nacional Colombiana, lo cual fue muy beneficial para Castillo.

“Tuve la oportunidad de jugar eliminatorias, el mundial, y después de eso ya se vinieron todavía más equipos, más eliminatorias, más selección,” dijo Castillo. “Las cosas mejoraron muchísimo para mi en la parte deportiva.”

En ese entonces, Colombia tenía muchos problemas socioeconómicos, pero el fútbol le daba una oportunidad a la gente, una razón para dejar atrás esos problemas que tenía el país. El hecho de que podía ser parte de la fuente de felicidad para su gente fue motivación más para Castillo.

“Fue una inmensa felicidad porque todos queremos hacer parte de nuestra selección nacional,” dijo Castillo. “En Colombia se vivía una situación difícil y a pesar de todo la gente apoyaba a nuestra selección porque era una posibilidad para toda la gente de cambiar su futuro. Eso daba una motivación extra el poder estar ahí.”

El fútbol unía a la gente Colombiana, y la selección era el escape tanto de la gente como de los mismos jugadores que hacían parte del grupo.

“La selección era como el escape para todos, incluso a los que hacíamos parte de ella,” dijo Castillo. “Era olvidarnos de los problemas sociales que teníamos en nuestro país para pensar en apoyar 11 jugadores que salían con su camiseta a tratar de dar una alegría y por un momento hacerle olvidar a tanta gente, a todo un país, que había otros problemas que nos estaban acosando.”

Castillo siguió jugando en Colombia con varios equipos, y en el 2014 firmó con los Scorpions de San Antonio. Castillo, su esposa, y su hija embarcaron en una nueva aventura a Estados Unidos. Ahora, el jugador está muy agradecido por lo que ha encontrado en este país y en su nuevo equipo, pero lo más importante es su familia.

“Somos un equipo los tres,” dijo Castillo. “Mi hija es absolutamente amante al fútbol, mi esposa también y le agradezco mucho a Dios por haberme traído a Scorpions, por darme esta oportunidad, por haber conocido gente tan hermosa como la que he conocido en esta ciudad, y le agradezco mucho a Dios porque me tiene junto a mi familia, y junto a ellas seguiré tratando de conseguir cosas importantes.”

Fuera de la cancha, Castillo y su familia disfrutan mucho su vida en San Antonio.

“Nos encanta la ciudad. Nos encanta la gente. La gente es muy amable y nos han tratado muy bien,” dijo Castillo. “Dios nos abrió las puertas de San Antonio y la gente de San Antonio también, entonces nosotros estamos muy agradecidos con eso.”